venres, 30 de agosto de 2019

A PARROQUIA DE PASTORIZA NA "GEOGRAFÍA GENERAL DEL REINO DE GALICIA"

Parroquia de Santa María de Pastoriza, de ascenso.- Entrase en esta feligresía, limítrofe con el ayuntamiento de Coruña-Oza, por Meicende, famoso por su exquisita leche, a cuyas leiteiras consagró el vate bergantiñán Eduardo Pondal algunas de sus estrofas, y cuyo caserío se halla situado a ambos lados de la carretera de Finisterre, pero cuyo núcleo principal y pintoresco hállase a la izquierda. Desde aquí una pequeña pendiente con varias curvas nos lleva al santuario, viéndose antes tendidos por la ladera del monte en que se alza los lugares de Sobrado y Barreiro, y más alejado y próximo al mar el de Nostián, que pertenece en parte a Pastoriza y en parte a Visma (Oza-Coruña).

     Las demás aldeas del término son Barrio Novo, Borroa, Campanilla, que tomó el nombre de un campanario aislado de la iglesia y a flor de tierra en el campo en el que se celebran las romerías, Maceira, Moucho, Sisto y Torroal de Meicende y los grupos menores de Couto, Furoca y Nostián de Borroa que ya citamos. La población asciende a 1.340 habitantes de hecho y 1.449 de derecho, repartidos en 354 edificios, 83 de un piso, 233 de dos, 4 de tres y 34 albergues. Dista de la Coruña 6 kilómetros y 5 de Arteixo.

    Tiene abundantes fuentes naturales, una de ellas la excelente de junto al santuario. De las vertientes del monte en que este se leva baja uno de los brazos del río Monelos y es el que sigue por Elviña.

     La sinecura de esta parroquia fué de los Andeiro, y hoy es presentación alterna de la casa de Láncara y de la Corona. Hay una escuela nacional. Limita al N. con Oza-Coruña, al E. con el mismo, al S. con Oseiro y con Suevos al O. Forma parte, hasta cierto punto, del valle de Arteixo. Situada la  feligresía en una elevación, es bastante quebrado su terreno, sin que deje de tener llanos bien cultivados, pero de escaso arbolado, que tan sólo se ve en las laderas de alguno que otro monte. Es rico en productos agrícolas, cuyo mercado principal es la ciudad de la Coruña. No carece de comercios y hay donde poder reparar sus fuerzas los muchos romeros que van de peregrinación, especialmente en las fiestas principales.

     La exportación que se hace de cebolla es importante. La vid desapareció ha más de un siglo atacada por el "oidium".

     Santuario de Pastoriza.- Si al N. de la ciudad coruñesa "se eleva el vigía inmóvil, el ojo de fuego encendido en tiempos remotos por esos pueblos navegantes y mercaderes que se llamaban fenicios, para proteger materialmente a las embarcaciones, advirtiéndoles donde está el escollo que deben huir, el bajío en que pueden encallar, el arrecife en que corren a estrellarse; al S. (de la Coruña) se alza el faro moral encendido por la fe cristiana, el que interviene y protege y salva y guía al puerto cuando ya el marino se cree perdido sin remisión; el Númen invocado en la última extremidad, la Virgen marinera, la Estrella de los mares. Allí están desde tiempo inmemorial ambos faros mirándose, dominando con su serena irradiación el bramido del Cantábrico y dejando que a sus pies se redondee la primorosa concha de la bahía y se dilate el gentil semicírculo del caserío coruñés, bando de palomas blancas, cada año más numeroso" (557).

     Por eso, entre los numerosos exvotos que, desde que no se guarda memoria, se conservan en el santuario, los que más abundaban eran los consagrados por las sencillas y devotas gentes del mar a quienes la intercesión milagrosa de la Santa Imagen, invocada en horas de peligro, llevó sanos y salvos a sus hogares. Hoy han sido retirados, y si por razón de estética ha ganado la seriedad del templo, parece, en cambio, que algo falta en tan sagrado lugar, pues aquellos piadosos y sencillos recuerdos eran el testimonio de gratitud y adoración de almas nobles y piadosas. Así lo reconoce el sentimiento del pueblo, cuyo es el siguiente cantar:

A Virxe de Pastoriza
ten un navío do mar:
¿quén llo deu? ¿quén llo daría?
¡quén llo deu puidollo dar!

      Hállase el santuario en la falda N. del macizo de Suevos que corre de E. a O. hacia el mar y que divide el ayuntamiento de Arteixo del de Coruña-Oza. Fuente de perenne devoción desde los más antiguos tiempos y ante el que muchos devotos llegaban con los pies deshechos por asentarlos desnudos en las asperezas del camino, si hoy, por la crisis que atraviesan la fe y las creencias religiosas, no son tan frecuentes los peregrinos con sus pintorescos hábitos, ni se ve a los humildes marineros cruzar el camino descalzos y llenando sobre sus hombros el mástil de la embarcación destrozado por el rayo o tronchado por el huracán, es sin embargo aún crecidísimo el número de los que acuden a dar gracias a la milagrosa imagen por los favores recibidos, y es frecuente encontrar a los devotos dando las tradicionales tres, siete o nueve vueltas de rodillas alrededor del atrio antes de penetrar en el templo, cuyas puertas no se cierran en todo el transcurso del sol.

     Nada sabemos del origen del santuario. Presúmese que como en tantos otros sitios donde el paganismo tenía sus altares, y así parecen indicarlo los peñascos que forman lo que en un alto inmediato se conoce por Berce da Virxe (Cuna de la Virgen), el cristiano levantó sus templos. Al tiempo en que los suevos se convirtieron a la verdadera fe atribuyen algunos el primitivo santuario. Bien en la invasión normanda de 968 o en la de Almanzor de 997, la ermita fué destruída; pero antes la piedad de algún fiel tuvo ocasión de ocultar la sagrada imagen en la Cuna de la Virgen, donde hallada después de pasado el temor a nuevas invasiones (558), ocupó nuevamente sus altares; pero convertida ya la rústica y sencilla ermita en severo templo románico.

     Sábese a punto cierto que su anejo San Tirso de Oseiro existía ya en el siglo IX, y como la iglesia principal debía precederle en antigüedad, de ahí que sean verosímiles las deducciones que se hacen (559). El documento más antiguo que hemos visto y en que aparece citado el nombre de Pastoriza, es una donación de San Rosendo, siglo X, en que habla de la villa e iglesia de Pastoriza, en tierra de Faro.

     No se libró la iglesia de Pastoriza de la saña del derrotado inglés ante los muros de la Coruña en 1589. Tuvo entonces lugar "el milagro del Drake" y que nos hace conocer un lienzo que se conserva en el santuario con la siguiente leyenda:

      "Cuando el Draque vino a sitiar a la Coruña en el año 1589, unos soldados herejes sacaron la santa virgen de la iglesia y la arrojaron allí cerca de la fuente y le rompieron de un hachazo la cabeza, dividiéndola del pescuezo, mas luego, milagrosamente, se volvió a colocar y unir como estaba antes" (560).

     Nos hace saber la tradición que, espantada y atemorizada la desenfrenada soldadesca ante tal milagro, huyó sin causar el menor daño en aquel lugar.

     Al ser restaurada, mejor dicho reedificada, la iglesia a fines del siglo XVII por la piedad de un vecino de la Coruña, don Juan del Río (561), diose al templo la arquitectura dórica; pero al mismo tiempo y con la mejor buena fe del mundo dispuso que se introdujesen en la imagen de la Virgen modificaciones para que quedase "con mayor perfección y según las imágenes de estos tiempos". ¡Piadosísima y santa intención, pero atentado enorme contra el arte! Así desapareció la primitiva efigie, "que era de talla de fábrica muy antigua, sentada en una silla, toda de una pieza, cuyos brazos de la silla llegaban a la cintura (562). Reformose toda la imagen, deshaciéndole los brazos de la silla y de cintura abajo, dejándola como está hoy; pero posteriormente se hicieron nuevas la cabeza, manos, niño, rostrillo y corona, por lo que de la antigua sólo resta algún trozo en la armazón del cuerpo.

     Mas ha algunos años, por el 1880 y tantos, el que fué su párroco señor Cortiella, a quien se debe un gran número de importantes reformas en la iglesia, encontró en un viejo arcón de las tribunas, olvidada y cubierta de polvo, la cabeza de una imagen, segada a cercén, que conserva la belleza germánica, de correctas facciones, color fresco y blanco, y de cabello en ondas y dorado. Es del mismo tamaño que la cabeza actual de la Virgen y todo hace creer que sea la primitiva (563).

     Esta cabeza tiene también su leyenda. Un marino coruñés creyó, obsesionado por su fe, poder librarse de los peligros del mar si llevaba consigo la sagrada imagen de Pastoriza. Puesto a discurrir, ya que no la imagen entera, que lo delataría, quiso poseer su cabeza. De acuerdo con el sacristán consumose la mutilación, sustituyéndose la robada por una nueva, que dicen es la actual. La Virgen esta vez, sin duda por el piadoso fin que guiaba a su raptor, que conocía el cantar
A Virxe de Pastoriza
que si se leva na barca
alá no meio do mar
todal-as augoas aparta,
no repitió el milagro del Draque (564). Bien pronto notose la suplentación. El sacristán fué condenado y el marino obligado a restituir. Sin embargo, no volvió la cabeza a su sitio y se olvidó arrinconada. Esta leyenda puede enlazarse con la que de la imagen conserva las huellas de la decapitación por los soldados del pirata inglés. Créese que la cabeza actual es obra del famoso Ferreiro, y nada tiene de particular, más diremos, es verosímil que la primitiva se guardase cuando se dejó la Virgen en su definitivo estado.

     En la reedificación de la iglesia tuvo el acuerdo el buen del Río de conservar un tímpano de la puerta principal de la antigua (565). El tímpano representa a la Santísima Virgen sentada en una silla, con "un letrero muy antiguo que por serlo tanto no hubo quien lo supiese leer y por unos guarismos que tiene parece fuese el año de cuatrocientos y noventa y uno, cuya imagen con dicho letrero y un serafín que le hizo de nuevo con sus cantorchas se puso sobre la puerta traviesa de la iglesia nueva".

     Más dispuso del Río: que a dicha imagen, el maestro cantero Domingo Pérez la ha de limpiar y escodar para que denote su mucha antigüedad, contrasentido que no nos explicamos, porque de esa limpia y escoda tenía que resultar desapareciese ese mismo carácter que se le quería conservar. La imagen es románica; aparece sentada, empuña un cetro y tiene sostenido al niño con la mano izquierda.

     Sobre la fecha a que pueda pertenecer esta imagen se han hecho mil conjeturas. Alguno, basado en lo que dice de 491, la supone del tiempo de los suevos. Ciertamente es anterior a la inscripción, pues el carácter de los tipos de esta no permiten colocarla más allá del siglo XIV y por consiguiente deben referirse a alguna restauración, pero nada puede asegurarse a ciencia cierta.

     La Virgen que corona la "Cuna", y cuya erección se debe a la iniciativa y donación de un distinguido coruñés, don Álvaro de Torres Taboada, tiene dos metros de alto y es de blanco y compacto granito. El modesto artista, un simple cantero, de apellido Couto, natural de Ponteareas (Pontevedra), supo dar a la imagen toda la placidez y hermosura de las vírgenes medioevales. Así se dotó al celebrado santuario de un monumento original y poético, que perpetúa la devoción hacia la Madre de Dios y hacia la que es su guía, consuelo y esperanza de los mortales.

     El templo es en la fachada de estilo dórico, adornado con estatuas no exentas de mérito. Consta de una sola nave y con capillas laterales. El suelo está embaldosado de mármol y en los altares hay buenas esculturas (566). Es espacioso y está sumamente cuidado y atendido. Es muy visitado, especialmente por los coruñeses, y son en gran número las ofertas que se hacen a tan milagrosa imagen. De la provincia y de las limítrofes acuden en gran número los romeros en todo tiempo, pero más especialmente en las solemnes funciones de las Pascuas y en la llamada de San Miguel, el 29 de Septiembre.

     No es aún tan grande la indifirencia de las almas en estos tiempos, ni está la vida tan exenta de tristezas y amarguras, para que hayan podido borrarse por completo del corazón humano aquellas recónditas esperanzas que depositan los espíritus en sus horas de desaliento ante un divino poder del que todo lo esperan y en el que confían.

El Castro de Pastoriza.- Es donde se alza la estatua de piedra de la Virgen, y el conglomerado de enormes piedras en que se asienta pretenden fué un altar druídico. Ni lo afirmamos ni lo negamos: pero lo que sí parece haber sido, por ofrecer todos los caracteres, es un dolmen derruído lo que se conoce por "Cuna de la Virgen". El Castro debió tener gran importancia por su situación y lo extenso del terreno y costa que domina. Que la localidad tuvo gran importancia en edad antiquísima lo prueba que por ella pasaba la vía romana que por la costa venía a la actual Coruña. Merece ser explorado.

     El panorama que desde esta altura se contempla difícilmente puede olvidarse. Ya desde el emplazamiento de la iglesia es amplísimo el horizonte, pero adquiere más majestad en donde se encuentra la imagen y sobre todo al ascender a otro conglomerado de rocas que corona una cruz de madera y se adelanta por la planicie del monte para llegar a dominarse el Océano.

     Lo elevado del sitio, unos 400 metros sobre el mar, permite la visión de la costa en todo el inmenso arco que se formar desde el San Adrián, que tiene a su frente las islas Sisargas, hasta el Cabo Prioiro, destacándose en admirable recorte los accidentes del litoral del grandioso seno que los antiguos denominaron Portus magnus Artabrorum. A la falda del monte vese extenso valle, en el que surgen entre los sembrados los pueblecitos de Suevos, Oseiro y Bens y otros lugares. Blanquean los arenales de Barrañán, Alba, Sabón y el de Bens, mientras en la lejanía irradian la luz solar las restantes de la dilatada costa y en ellas mueren dulcemente las ondas en los días de calma, en que la inmensidad del mar semeja espléndido lago, o deshacen sus furores en las más desatadas tempestades.

     Vueltos los ojos hacia la parte de tierra, sorpréndese la vista con la gran extensión que abarca el horizonte, cuya línea va a morir en tierras de Puentedeume, donde se recorta en el fondo azul del cielo la obscura silueta del Castillo de los Andrade. Alegran y dan vida a tan encantadora visión los caseríos que esmaltan los sembrados o escalan las alturas que los dominan, y por entre cuyos angostos pasos nos ofrecen su perspectiva nuevos valles, mientras que reluce cual cinta de plata que se esfuma serpenteando entre la esmeralda de los campos la carretera bordeada de pueblecitos y que a veces se oculta entre las sinusidades del quebrado suelo.

     El nombre de Pastoriza no proviene, como insinúa alguien, de pastorcita, si no albergue de pastores, que eso significa el vocablo, como abellariza, colmena. Puede también venir de pasturar, apacentar.

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(557) Emilia Pardo Bazán: La leyenda de la Pastoriza (Coruña, 1887).
(558) Por ella suelen aventurarse a pasar, aun cuando trabajosamente, algunos devotos. En la piedra hay la inscripción:
+
En esta Piedra
Por avajo B es don
de Parecio S. R.
(559) La última anexión data de 1630; pero hubo otra anterior de tiempo inmemorial que subsistía aún en 1571.
(560) Nos han contado piadosos y creyentes vecinos que en el cuello de la imagen quedó la huella de la decapitación. No es fácil de comprobar habiendo desaparecido la primitiva y la que tiene es efecto del cambio de cabeza.
(561) Estos, señores que fueron de Suevos, tienen su sepultura en la capilla de San José.
(562) Escritura otorgada por el reedificador de la capilla en 1692.
(563) Es un buen ejemplar de estilo bizantino; perso según los inteligentes no puede pasar su antigüedad más allá del siglo XIII.
(564) Repútase como debido a la santa protección de la Virgen el que no hubiera acaecido desgracia alguna con la caída de un rayo en la iglesia, estando ésta llena de devotos. Tuvo lugar el hecho en el siglo XIX.
(565) Hay quien supone que el templo reedificado no fué el primitivo, porque en un reconocimiento del mismo, al mencionar la portada se dice, según don Antonio de la Iglesia, Estudios arqueológicos: Nuestra Señora de Pastoriza, que "es su hechura a lo antiguo de "Canteira tosca", es decir, sin molduras ni apenas labrarse, lo que por lo revelado de este dintel no sucedía así en otra anterior o primitiva puerta". La inscripción del tímpano la transcribe el señor de la Iglesia como sigue:
ANV CCCCL XXXXI
IERD SNTBESENDO
PERO MIROEXISTO
RIGSO
que deshechas las abreviaturas debe leerse: "In anno queadragentesimo nonagesimo primo in aera, diae Sanctae Virginis Endoperatore obsequente miraculo eo: Christo Regsciario". (En el año cuatrocientos noventa y uno de la era de César en día de la Santísima Virgen dedicada por el Emperador rendido a este milagro, Resciario Príncipe). Supone el tímpano el señor de la Iglesia del siglo XI o XII; pero nos lo hace dudar el que apunta algo la ojiva. Creemos la lectura dudosa, pues por su mal estado pudo omitirse alguna letra de la fecha.
(566) Las antiguas y mediocres imágenes adornan hoy, coronándolos, los confesionarios.

xoves, 22 de agosto de 2019

LUCIANO PUGA, SEÑOR DE ANZOBRE E XURISTA DE CURROS ENRÍQUEZ

Fillo de Manuel María Puga Feijóo e de Carmen Blanco Álvarez de Castro y Marquina, o noso protagonista nace o 30 de decembro de 1842 na parroquia de Santo André de Proente, Concello de A Merca, na comarca de Terras de Celanova, lugar onde pasaría a infancia xunto a Ramona, Elisa, Hermitas e Gumersinda, as súas catro irmás.

Luciano Puga (Anuario Brigantino)
A formación familiar do noso homenaxeado sería netamente conservadora. Seu pai Manuel María (1807-1879), era militar de profesión e un fervoroso carlista que loitara nesas filas durante máis dun lustro, ata 1839, que foi cando se acolleu ao Convenio de Vergara, co cal lle sería revalidado o seu emprego de capitán polas autoridades isabelinas. Andando no tempo, Manuel María, xa ascendido a coronel, estaría varios anos destinado en Celanova, vila na que trabaría unha fonda amizade co escribano de aquela localidade, José María Curros Vázquez, pai do poeta. 
 
Tamen, naquela altura, Manuel María Puga sería quen de captar a benevolencia e estima da súa parente dona Jacoba de Cisneros Puga, a famosa Condesa de Ximonde, quen ao morrer sen sucesión en 1860 declarará a Manuel María o seu herdeiro universal. Dadas as relevantes propiedades da Condesa, esta herdanza situaría aos Puga en moi boa posición económica e social, máxime cando os antepasados de dona Jacoba, da familia Cisneros, ocuparan reiteradamente o cargo de Rexedor de Santiago. Trala morte da Condesa, o pai de Luciano recibiría o Pazo de Anzobre, o Pazo de Ramirás ou o Pazo dos Condes de Xelmírez, en Santiago de Compostela, as Terras de Couso, na comarca de Tabeirós-Terra de Montes, e a chamada Horta do Xeneral, na Coruña, ademais de extensas propiedades agrarias e de boa parte do poder político que tiñan os Condes.

Manuel Mª Puga, pai de Luciano (Anuario Brigantino)
Tras aprender as primeiras letras, probablemente ao carón dun clérigo, Luciano Puga estudiaría no Instituto de Segundo Ensino de Ourense dende 1852 ata 1855, continuando os seus estudos na Universidade de Santiago, onde obtería o título de Bacharel en Artes en 1858 e a licenciatura en Dereito Civil e Canónico en 1864 para, posteriormente, trasladarse a Madrid, cidade na que obtén o título de Doctor en ambas materias pola Universidade Central en 1867 presentando a tese "¿Conviene que siempre y en todos los casos sea una misma la porción legítima de los hijos ó descendientes legítimos?".
 
Luciano abandona Madrid en 1867 e ao pouco, xa de volta en Santiago, é nomeado Socio de Número pola “Sociedad Económica de Amigos del País” e, en novembro de 1868, Profesor auxiliar da Cátedra de Ampliación de Dereito Civil e Códigos españois, permanecendo como profesor da Universidade compostelá ao mesmo tempo que traballa como avogado ata 1871.

Juana Parga (Anuario Brigantino)
Neste período, o 10 de febreiro de 1868, Luciano Puga contrae matrimonio con Juana Parga Torreiro, irmá do Catedrático de Dereito Político e Administrativo da Universidade de Santiago, Salvador Parga Torreiro. A parella, que no momento de darse o “si quero” tiñan ambos 25 anos, serían pais de catro fillos: María del Carmen, Manuel María, María de la Concepción e Luciano, dos que só sobreviría un: Manuel María, o popular Picadillo.
 
Ao pouco de casar, o noso protagonista principiaría a súa actividade política no ámbito local, primeiro como Alcalde interino de Santiago en 1869, e despois como Alcalde propietario, desde febreiro de 1870 a febreiro de 1871. Posteriormente, da man dos seus protectores, Cánovas del Castillo e Romero Robledo, Luciano Puga preséntase, tras dimitir como profesor da Universidade, para o Congreso e sairía elexido Deputado por Santiago. Esta condición de Deputado repítea nas eleccións de 1884, nas que xa se presenta por A Coruña, e nas eleccións de 1886, nas que fai o propio polo Distrito de Ordes e tamén gaña.
 
Avogado destacado, actividade que compatibilizaba coa súa actuación política, na súa primeira época en Santiago, adquiriría notoriedade coa defensa duns estudiantes da Universidad acusados de cometer un acto supostamente irrelixioso na Catedral, defensa que realizaría ante o xurado e na que obtería un resultado absolutorio. Mais, sen dúbida algunha, a súa defensa is coñecida é a que realizou no recurso de apelación ante a Audiencia da Coruña contra a condena do poeta Curros Enríquez pola publicación de Aires da miña terra, poemario editado en Ourense en 1880, coa preceptiva autorización do Gobernador Civil da Provincia e cunha subvención da Deputación, no que o autor puxo de manifesto o seu anticlericalismo, ao considerar que a Igrexa non se achegaba aos pobres e necesitados senón que só defendía castes e privilexios.

Nesta obra, Curros publica o poema Mirand´o chau no que, entre outras cousas, escribe o célebre verso S´eu fixen tal mundo, que o demo me leve. A reacción eclesiástica non se fixo esperar e o 28 de agosto dese ano 1880 o bispo de Ourense, Cesáreo Rodrigo Rodríguez condena e reproba o libro por conter “proposiciones heréticas, blasfemas escandalosas”, prohibindo aos fieis a súa lectura e a posesión do exemplar. O bispo ourensán remataría excomugando a Curros e denunciándoo diante das autoridades xudiciais. O xulgado de Ourense procesouno por delito contra o libre exercicio dos cultos e ordeou o secuestro dos exemplares en poder do editor e destrución dos moldes de copia, mentres que Curros Enríquez foi condenado a dous anos e catro meses de cadea e ao pagamento dunha multa de 250 pesetas da época. Finalmente, coa defensa na apelación de Luciano Puga, que gañaría o recurso, Curros sería absolto na vista celebrada na Audiencia os días 4 e 5 de marzo de 1881, dictándose a sentenza absolutoria pola Audiencia Territorial da Coruña o 11 de marzo.

A defensa de Luciano Puga ante a Audiencia Territorial, verdadeiro tratado poético de elocuencia xudicial, fora moi extensa e basárase fundamentalmente en tres liñas argumentais. En primeiro lugar na separación entre a Igrexa e o Estado, en segundo lugar en ser atípica a conducta, por inexistencia de escarnio, e en terceiro lugar, en que a expresión "Que o demo me leve" non ten en galego o mesmo sentido que en castelán, equivalendo simplemente a ¡Parece mentira! ou !Quien lo creería!

Luciano Puga (La Ilustración Española y Americana)
Aínda que Luciano escribiu sempre en castelán, na defensa de Curros Enríquez ante a Audiencia da Coruña realizaría tamén unha defensa do idioma e da literatura en galego, resaltando a labor dos escritores e escritoras da época do Renacemento cultural e, poñendo de relevo o bo coñecemento da obra destos autores, enxalzando especialmente a Rosalía de Castro. No seu discurso de defensa ao poeta diría sobre o idioma galego que... «relegado a la proscripción por los centros, que se dicen ilustrados, y casi exclusivamente consagrado a la satisfacción de las limitadísimas necesidades de nuestras clases agrícolas, parece renacer hoy al impulso de las famosas églogas de Pintos, de los tiernísimos cantos de Alberto Camino, de Eduardo Pondal y de Lamas Carvajal, de los intencionados epigramas de Añón, de las inimitables concepciones de Rosalía de Castro, la simpática y elegante poetisa que ha sabido encerrar dentro de sus Cantares Gallegos y de sus Follas Novas todas las esperanzas y todos los desalientos, todos los consuelos y todos los dolores, todas las alegrías y todas las tristezas de este país sin ventura, y parece renacer hoy, por fin, al impulso de la portentosa inspiración de Curros Enríquez, cuyas composiciones no pueden leerse sin que impresionen profundamente el ánimo y sin que despierten hacia su popular autor, más popular que afortunado, un doble sentimiento de admiración y simpatía». Luciano Puga consideraba que o galego... «tiene su fisonomía propia, sus rasgos peculiares y exclusivos, sus modismos y sus estribillos intraducibles a la lengua castellana: traducirlos, es desnaturalizarlos; traducirlos, es hacerles perder su colorido y su intención; traducirlos, es despojarlos de la malicia o de la sencillez que encierran». Por todo isto, consideraba que Curros Enríquez non cometera delito algún «por poner en boca de Dios una frase que en gallego está revestida de la mayor ingenuidad y de la mayor sencillez».
 
O seu bufete, que inicialmente estivo en Santiago e anos máis tarde na Coruña, contaba coa destacada colaboración do xove letrado Cándido Conde Fernández, fillo de Juan Conde Calvete, avogado e administrador dos Condes de Ximonde, e irmá de Perfecto Conde Fernández, Catedrático da Facultade de Medicina. Conde Fernández, que tamén procedía dunha familia de Celanova, casaría cunha sobriña de Luciano, Manuela Pumpido Puga, filla do militar Belisardo Pumpido Flores e de Ramona Puga. Posteriormente foi Notario de Ferrol, instalándose na cidade departamental ata o seu falecemento, que tivo lugar en 1933, sendo naquela hora Decano do Colexio Notarial da Coruña. Co paso dos anos, un neto de Cándido e Manuela, Cándido Conde Pumpido, sería maxistrado do Tribunal Constitucional e Fiscal Xeral do Estado.

Mais sigamos falando da vida política de Luciano Puga, unha vida que estaría en todo momento vencellada ao Partido Conservador e aos seus líderes, Cánovas del Castillo e Romero Robledo. Curiosamente, en 1882, como líder galego do Partido Conservador, Luciano organizaría un gran recibimento na Coruña a Cánovas, a quen aloxaría no seu domicilio, estadía que narra o seu fillo Picadillo cun feixe de pinceladas humorísticas no seu libro autobiográfico Mi historia política
 
O feito de pertencer a tres Congresos diferentes dáballe dereito, conforme á Constitución de 1876, a ser Senador, cargo que Luciano Puga ocuparía en 1891, tras ser designado en representación da “Real Sociedad Matritense de Amigos del País”. Aqueles eran tempos nos que o nome do Señor do Pazo de Anzobre, título adquirido en 1879 trala morte de seu pai Manuel María, soaba sempre con forza para facerse con algunha carteira ministerial ou con algún que outro posto de alta dirección. Anzobre era o seu parnaso. Tres días de meditación nese plácido lugar, dábanlle o dominio dos temas xurídicos máis nodosos e das cuestións máis difíciles. A súa oportunidade chegaría en 1892, ano no que, tras renunciar ao cargo de Senador, emprende viaxe a Cuba na compaña da súa familia para o ocupar o posto de Gobernador do Banco de España na Habana, desempeñado cando Romero Robledo era Ministro de Ultramar baixo a Presidencia do Consello de Ministros de Cánovas del Castillo

Luciano coa súa filla Mariquiña en Anzobre (Anuario Brigantino)
O bo facer e o traballo do noso homenaxeado valoraríanse notablemente en Madrid e en Cuba, onde tamén repitiría como Senador en 1893, desta volta polo distrito de Matanzas. Mais, a etapa cubana de Luciano Puga tería consecuencias fatais para a súa familia xa que alí, na Habana, morrería o 15 de agosto de 1892 a súa muller, Juana Parga Torreiro; de alí viría coa saúde afectada a súa filla María Concepción, “Mariquiña”, que falecería de febre tifoidea aos 20 anos, aos poucos meses de casar con Fernando Salorio Rubine; e o propio Luciano Puga regresaría coa saúde disminuida. A nota alegre da súa estadía na illa caribeña a constitúe o veraneo, por espazo de un mes e medio, do seu fillo Picadillo, Manuel María Puga Parga, que nos seus libros e artigos escribiría con frecuencia sobre esa viaxe, calificándose a sí mesmo, de "pasajero de primera en trasatlántico", anécdotas que tedes ao voso dispor no libro Antoloxía das Confidencias de Picadillo.
 
O Señor de Anzobre cesaría como Gobernador do Banco por Real Decreto de 5 de xaneiro de 1894 e regresaría a España, onde continuaría exercendo como Senador por Matanzas e como avogado na Coruña, cidade na que se creara por aqueles días un importante movemento de protesta por mor da nova división militar. A sétima rexión militar quedaba integrada por Castela a Vella e Galicia, con capital en León desaparecendo a Capitanía Militar da Coruña. No devandito movemento integráranse algunhas das personalidades máis relevantes do momento, que constituirían incluso unha Xunta de Defensa da Capitanía, personalidades que foron detidas e ingresadas en prisión. Entón, aceptados por procesados e xuíces, presentáronse como mediadores o general Pin e Luciano Puga, que asumiría persoalmente a fianza de todos os procesados, provocando a súa liberación e o posterior retorno aos seus domicilios, no medio de unha explosión de entusiasmo e afecto por parte da xente. Despois disto, Luciano levaría ao principal partido da oposición a proposta de que compartira a tese galega e presentara no Congreso unha enmenda aos presupostos que permitía a futura creación e establecimiento de un oitavo corpo do exército con sede na Coruña, levando ao Ministro da Guerra a recoñecer a necesidade de crear a oitava “Región Militar que, por conveniencia e estratexia, tiña que estar en Galicia. Por isto en 1896, xa baixo a Presidencia do Consello de Cánovas del Castillo e sendo Ministro da Guerra o xeneral Azcárraga, crearíase unha “Octava Región Militar” para Galicia, e a “Séptima Región Militar” incluía tan só Castela a Vella. 
 
Un ano antes, en 1895, tras o regreso dos conservadores ao poder e sendo Romero Robledo Ministro de Gracia y Justicia baixo a Presidencia do Consello de Ministros de Cánovas del Castillo, Luciano Puga é nomeado Fiscal do Tribunal Supremo, un cargo que equivale ao actual Fiscal Xeral do Estado e que fora a cúspide da súa carreira. O nomeamento fora ben acollido polos medios da época, entre eles a revista La Ilustración Española y Americana, que publicaba nas súas páxinas o seguinte comentario laudatorio: "Podemos decir que en esta ocasión la elección no ha sido cual otras, por haber recaído en una persona que, aparte de sus apasionamientos políticos, ha ejercido la profesión desde sus primeros años, tan luego como se recibió de Abogado"
 
Luciano ocuparía o cargo dende o 3 de xullo de 1895 ata o 21 de outubro de 1897, uns meses despois de casar en Trujillo (Cáceres) coa extremeña Antonia Abril Solís. O noso persoeiro, que sempre se comportou como unha persoa nobre e magnánima, falecería o 24 de setembro de 1899. Os seus restos descansan na capela do Pazo de Anzobre.

FONTES:

-BLANCO REY, MANUEL. Don Luciano Mª Puga Blanco (1842-1899): un personaje rescatado del olvido. Anuario Brigantino 1999, nº 22.
-CORREAL, NARCISO. Figuras gallegas de la política. Luciano Puga. La Voz de Galicia, 3 de febreiro de 1931.
-MACEIRAS RODRÍGUEZ, XABIER. Antoloxía das Confidencias de Picadillo. Autoedición, 2018.