Nado na Coruña en 1859, Eugenio Carré Aldao foi un libreiro e escritor en lingua galega e castelá. No ano 1891 faise cargo da libraría de Andrés Martínez Salazar e da imprenta de Domingo Puga, onde tiña lugar unha tertulia galeguista, coñecida como A Cova Céltica, da que Carré era o principal animador.
Na súa imprenta ían aparecer gran parte dos libros dos autores galegos da época. Foi membro da Liga Galega (1897), de Solidaridade Galega (1907), da Real Academia da Historia, e tamén foi un dos fundadores da Real Academia Galega.
Carré casou con Purificación Alvarellos Pena, con quen tivo 11 fillos, aos que lles ía inculcar as súas inclinacións literarias. Algún deles, Uxío, Leandro e Lois Carré Alvarellos serían escritores, así como as súas netas May Carré e María del Pilar Carré, que escribiron novela rosa.
Algunha das súas obras foron Brétemas (1896); Raiolas (1898); Apuntes para la historia de la imprenta y el periodismo (1901); La literatura gallega en el siglo XIX (1903); Influencia de los catalanes en el progreso de la industria pesquera en Galicia (1904); Idioma y literatura de Galicia (1908); Guerra de la Independencia en Galicia. El Alzamiento contra los franceses (1908); Influencias de la literatura gallega en la castellana (1915); Contos de forxa (1919) ou, A terra chama (1925).
En 1928, catro anos antes da súa morte, publica Geografía General del Reino de Galicia, unha auténtica xoia, unha obra sublime na que Carré da un paseo polo máis profundo de cada un dos concellos galegos debullando a súa xeografía, historia, lendas, etnografía...
A continuación, aparece a información que Eugenio Carré Aldao escribiu sobre a parroquia de Oseiro na devandita obra:
Parroquia de San Tirso de Oseiro (anejo a Pastoriza).- Es terreno quebrado y montuoso, por el que corre el riachuelo Rexidoiro, que la separa de Arteixo. Está a la derecha de la carretera de Finisterre, después de bajada la empinada cuesta que toma nombre de la parroquia. Préstale abrigo el macizo de Suevos y tiene no lejanas las playas de Sabón y Alba, la aldea de su denominación a este término, que limita al N. con Suevos, al E. con su iglesia principal, al S. con Arteixo y al O. con el mar. Está a 7 kilómetros de la capital de la provincia y a 4 de la de su municipio.
Su
población asciende a 1.280 habitantes de hecho y 1.356 de derecho,
distribuídos en las aldeas de Froxel, Iglesario, Pedreira, Ponte,
Raña, Rañobre y Vilarrodís, y los grupos menores de Galán,
Moucho, Oseiro y Sabón, que cuenta con 285 edificios, 117 de un solo
piso, 131 de dos y 37 chozas y albergues. Hay escuela nacional.
El nombre de esta parroquia figura como Ursarium en los documentos
medios, traducido así el gallego Oseiro, que puede significar lugar
abundante en osos, aun cuando entonces fuera mejor Oseira (Osera),
como se llama el famoso monasterio de Cea (Carballiño-Ourense),
conocido por el “Escorial de Galicia" y que suena Ursaria
(556). Hay noticias de esta feligresía en el siglo IX. Formó el
coto de su nombre, señorío de los Pérez das Mariñas.
Vasco
da Ponte, el concienzudo genealogista del siglo XVI, que algunos
creen natural de este término, si bien mas cierto parece serlo de la
Coruña, nos dice en su Nobiliario, que tanto aclara algunos puntos
de nuestra historia y por el que tuvimos amplias noticias de las
famosas hermandades de Galicia, de las que apenas nada se sabía, que
en la décima cuarta centuria era el señor de Oseiro, Erboedo y
Suevos, Gómez Pérez de Pereira, y por el matrimonio de este pasó a
los Pérez das Mariñas.
En la aldea de Forxel, hoy por
trasposición Froxel, nació en 17 de Mayo de 1833 otro ilustre
historiador de Galicia, nuestro venerado y querido maestro y antiguo
amigo don Manuel Murguía, hijo eminente de la Coruña, cuando su
señora madre se dirigía, en virtud de una oferta, al vecino
santuario de Pastoriza. Murió este ilustre gallego en la Coruña el
2 de Febrero de 1923.
En las playas inmediatas se dice hay la llamada "Pena da Constanza", que debió este nombre a que allí embarcaba y desembarcaba doña Constanza das Mariñas, la casada en segundas nupcias y "a furto de su padre" con Fernán Pérez Parragués, por haberse separado de su primer marido, un Conde de Altamira "que no servía para casado", según nos cuenta Vasco da Ponte. Esta doña Constanza, llamada "a vella", tuvo un mayorazgo, fundado por su padre en los bienes que este le legó en testamento de 4 de Noviembre de 1474, hecho cuando la hija era menor de edad, "todo lo que poseía en Bergantiños en oseyro e suevos e val de miis e heruoedo e meyrama e con las encomiendas de santo andres e monteagudo e con los foros casas e casares que yo el dicho gomez perez llievo en las dichas encomyendas e en la terra señorío que foy de Iohan de coyro e de martin sanchez e en la terra de Iohan dandero".
Su iglesia es uno de los tipos de templo románico extendidos más por Galicia. No muy conocida a pesar de su proximidad a la Coruña, Murguía fué el primero que llamó la atención sobre ella. Angel Castillo se ocupó en esta iglesia en La Arquitectura Cristiana en Galicia (Lugo, 1906); pero quien le ha consagrado un detenido estudio fué nuestro amigo el doctor catedrático de la Escuela Superior de Comercio, Fernando Martínez Morás, en su trabajo San Tirso de Oseiro, publicado ha años en La Voz de Galicia de la Coruña.
Consta el templo de una sola nave y su ábside es semicircular, añadido de un cuerpo de presbiterio, un arco de descarga a cada lado y al exterior el ábside, cuya bóveda es de cañón. Según inscripción grabada en uno de los sillares de la pared de la derecha, junto a la puerta S., y que dice:
E CCLAM
ERA : M : CC
no
ofrece duda la fecha de su construcción. Del mérito de su portada
puede juzgarse por el dibujo que de ella reproducimos, por el que se
ve que en el tímpano tiene una cruz y dos palomas, aludiendo a la
paz del Salvador. El celoso párroco de Pastoriza don Claudio Suárez
Barros hizo, hará cosa de tres años, una bien entendida reparación
del templo, velando porque en ella se respetara íntegramente su
carácter.
_____
(556)
Orsa, Osa y Orsera u Osera son voces que se manifiestan relacionadas
con el cultivo de la cebada y muy corrientes en la toponimia catalana
como en la francesa (balari y Jovany: Cataluña. Orígenes
históricos, pág. 199); pero en gallego tenemos los topónimos Orxo,
Orxal, Orxás, Orxeira, etc., de igual significación.
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