venres, 1 de setembro de 2017

OS RESTOS ARQUEOLÓXICOS DESCUBERTOS EN LAÑAS E BARRAÑÁN NO ANO 1950

      Hai uns días faleivos da excursión que realizara en setembro de 1950 o arqueólogo coruñés Luís Monteagudo polo litoral de Suevos, unha excursión na que catalogara unha incripción do século IX na Furna da Agudela e unha lousa "con dos profundas cazoletas circuídas por sendos surcos conseguidos por frotación" que había nun muro a uns oitenta metros do Adro Vello, o lugar que hoxe ocupa a "Cheirona" e o campo de fútbol de Suevos. Pois ben, nese paseo polo noso municipio, o popular arqueólogo herculino tamén catalogaría outros tesouros de enorme riqueza arqueolóxica e artística cos que, naquela hora, contaba o Concello de Arteixo, xoias patrimoniais das que falamos a continuación.
     
      Nunha reportaxe publicado naqueles días na prensa coruñesa, Monteagudo conta que tras deixar atrás esa parte do litoral arteixán..."de Suevos, por Rañobre y Oseiro, pasamos a Arteixo y seguimos por la carretera hasta el kilómetro 13 en cuyas inmediaciones se explotan aluviones y filones de estaño y wolfram (más propiamente casiterita). A unos 300 metros al Norte de la carretera se encuentra la caseta de la mina La Rosa de la que hacia el NNW parte la gran trinchera de extracción en cuarzo hembra, pegmatita y granito fino feldespático. En el monte dos Allos (Arteixo) a unos 30 metros al N. de la caseta de la misma se encuentra el petroglifo 2, y a 40 metros al NW. de dicha caseta el 3 y otros de menor importancia borrosos. Ambos grupos están separados por la trinchera, y sus relativamente pequeñas superficies rocosas están bastante cuarteadas, quebradas y orientadas hacia el Sur. El surco dibujado tiene 0,02 a 0,03 metros de ancho por 0,005 a 0,01 metros de profundidad y obtenido por fricción, probablemente previo picado con berilo o cuarzita: las cazoletas tienen 0,01 a 0,04 de profundidad. Son importantísimos los petroglifos del monte dos Allos por su indudable relación con la explotación del estaño (como los de Pontevedra) y sobre todo por ser los más norteños de los hasta ahora estudiados en Galicia del "grupo gallego" (combinaciones circulares, principalmente círculos concéntricos), por tanto los más próximos a sus paralelos de Irlanda, Inglaterra y Suecia. Hasta ahora los más septentrionales eran los que hemos estudiado con R. Sobrino en Ames, y los que éste descubrió recientemente en el monte Pedroso, al N. de Santiago. Se acostumbra a fecharlos en el Bronce II y III (1500-900 a. C.). El área deste grupo abarca ancha zona costera desde el Vouga, que desemboca por Aveiro (S. de Oporto) hasta Arteixo. A unos 150 metros al Norte de la caseta más arriba de los petroglifos hay una mámoa de 20 metros de diámetro por 2 de altura y otra de 15 por 1, y es probable que ocultas por el alto tojo haya más. Las mámoas pertenecen al Neo-eneolítico y Bronce I (3000-1500 a. C.).

     Tralo estudio e catalogación das mámoas e petroglifos localizados nas proximidades da mina La Rosa, Luís Monteagudo, naquela hora profesor da Universidade de Santiago de  Compostela, dende onde en 1947 promovera a primeira campaña de escavacións no Castro de Elviña, continuaría coa súa excursión por Arteixo subindo ata cumio do monte Barbeito, lugar no que se encontran hoxe os repetidores de televisión e dende o que hai unha extraordinaria panorámica que o arqueólogo coruñés describía así naquel domingo, 10 de setembro de 1950:

     "Desde la cumbre del monte dos Allos, a unos doscientos metros de altitud, se divisa un extensísimo y paradisíaco panorama: al N. la amplia y azul redondez del "mare Cantabricum" de griegos y romanos que mira a la Armórica (Bretaña), Albion o Brittania e Hibernia (Irlanda); al E., S. y W. se dibujan muchos montes y unas cincuenta parroquias y lugares y de E. a W. los siguientes sitios de interés arquelógico que muestran la gran importancia que tiene esta comarca, transcición entre las Mariñas dos Freires y Bergantiños: 

Luís Monteagudo (Anuario Brigantino 19)
castro de Muros (SW, Insua de Suevos), Suevos, castro de Pastoriza, Oseiro con iglesia románica de la segunda mitad del siglo XII, amilladoiro de A Furoca, dos amilladoiros de O Moucho (Oseiro), castro de Figueiroa, castro de Arteixo, dos mámoas en el monte mismo dos Allos, castro de Freán, mámoa de Monte das Arcas, dos mámoas encima de Orro, iglesia de Loureda con retablo de Ferreiro (siglo XVIII), tres casas rectangulares medievales (?) del monte das Insuas (SW. de Erbedíns, Loureda), castro de Santa Leocadia, marco d´Anta (menhir): 500 metros SW. de Santa Leocadia, castro de Pereira (Erboedo, Cerceda), castro de Larín (Arteixo), iglesia románica de Lañas, castro de Lañas con escorias de fundición de estaño, Rorís (donde apareció un escondrijo de diez hachas de bronce de talón con dos asas de tipo nervado y poligonal, una de las cuales con mazarota de fundición, lo que prueba fué fundida en las proximidades), castro de Monteagudo, Pazo de Anzobre, playa de Valcovo con aluvión de titano y estaño, playa de Savón, Xermaña."

Luís Monteagudo (Anuario Brigantino 19)
Por esa enumeración, probablemente apresurada e incompleta, Luís Monteagudo, que co tempo acabaría sendo director do Museo Arqueolóxico e Histórico da Coruña, onde formaría a moitos arqueólogos que continuaron a súa labor, poñía en valor a enorme riqueza arqueolóxica e artísta coa que contaba o Concello de Arteixo por aqueles días e, ao mesmo tempo, tamén demandaba que o noso municipio ..."debiera gozar de mayor atención turística para bien espiritual y económico suyo y de La Coruña. No se olvide que desde la remota antigüedad pueblos enteros vivieron del turismo (santuarios egipcios, bretones, ibéricos, griegos, La Meca, Constantinopla, Compostela, Suiza actual). Heródoto fue un auténtico turista y Grecia helenística tuvo en la "periégesis" de Pausanias su Baedeker, recientemente traducido al castellano. Pero el turismo exige buena comunicación, y esta no puede existir mientras existan dos regulares: cada día encontramos menos explicable la construcción de la carretera por donde pasa hoy el trolebús. Con la mitad de lo que costó pudo suavizarse mucho las cuestas de la antigua, por lo demás de excelente trazado y construcción -a pesar de que en estos años debe de cumplir el siglo- y con la otra mitad pudo ensancharse y afirmarse ésta. En la casi totalidad del trayecto la carretera nueva está condenada al despoblado eterno y a perjudicar la buena conservación de la vieja. Aún se está a tiempo de rectificar. Nada decimos a los que piensan: "Dentro de cien años todos calvos", o "après moi le déluge". Pero a los de sensibilidad, perpectiva histórica y valor no embotados les señalamos que existe una responsabilidad ante la historia". 
   
Luís Monteagudo (Anuario Brigantino 19)
É evidente que hoxe, 67 anos despois daquela excursión ata o cumio do monte Barbeito, a retina de Luís Monteagudo abofé que vería outra panorámica ben diferente. Se o arqueólogo coruñés, que na actualidade ten 98 anos, sube ao mesmo lugar, observaría como o Porto de Punta Langosteira se apoderou de boa parte do litoral arteixán e tamén contemplaría con tristura a pouca sensibilidade que houbo con aqueles castros, amilladoiros e mámoas que él enumeraba na reportaxe publicada en 1950, tesouros do noso patrimonio de incalculable interese arqueolóxico que, nalgúns casos, levarían por diante as chamadas "actuacións en pos do progreso".
     

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