sábado, 28 de marzo de 2020

UN CAFÉ CON JUAN R. SALVADORES

Catro rúas con nome de alcaldes rodean a Casa do Concello de Arteixo: Praza Alcalde Ramón Dopico; Rúa Alcalde Francisco Mosquera; Rúa Alcalde Baldomero González e Rúa Alcalde Toribio Salvadores.

Nun tempo nos que os alcaldes ían e viñan en función de quen gobernaba en Madrid, Toribio Salvadores Puente e Baldomero González Més, aquel liberal e este conservador, alternaron a alcaldía do noso municipio durante a década dos anos dez e nos primeiros anos vinte do século pasado. Toribio, que nacera no ano 1878 en Castrillo de los Polvazares, (Astorga, León), de aí o seu alcume de “O Maragato”, sería máximo mandatario arteixán dende o 1 de maio de 1911 ata o 4 de xaneiro de 1914, día no que se fixo co bastón de mando Baldomero, que ocuparía o cargo ata o 1 de xaneiro de 1916.

Toribio volve a ser alcalde dende o 11 de xaneiro de 1916 ata o 7 de maio de 1920. Baldomero faría o propio dende o 7 de maio de 1920 ata o 2 de outubro de 1923 e, incluso, sería máximo mandatario do municipio nunha terceira ocasión, dende 1930 ata xuño de 1931.

Casado en primeiras nupcias con Magdalena del Río, coa que tivo tres fillos, e en segundas con Brígida Vázquez Parada, coa que tivo nove, Toribio Salvadores falecería no verán de 1927 aos 49 anos de idade. O seu opoñente político, Baldomero González, que casara con Sofía Mosquera (filla de José Mosquera, alcalde de Arteixo entre1885 e 1890) e da que non tivo descendencia, finaría en agosto de 1942 aos 72 anos de idade.

Juan R. Salvadores Canedo
Hoxe en Crónicas de Arteixo entrevistamos a un dos netos de Toribio, a Juan Ramón Salvadores Canedo que compartirá con nós algunha que outra anécdota de su avó paterno e, por suposto, tamén nos falará da súa carreira deportiva no mundo do fútbol.

Nado na Coruña en 1957, o noso protagonista empezaría a xogar nas categorías inferiores do Oza Juvenil e, despois de ver que non sería quen de cumprir o seu soño de xogar nas filas do Atlético de Madrid ou do Deportivo da Coruña, decidiu sacarse o carnet de adestrador nacional, algo que conseguiu con tan só 23 anos e que o levaría a ser o técnico máis novo do fútbol español.

Máster en Psicoloxía Deportiva e Máster Profesional de Adestramento, a súa dilatada carreira comezou en equipos do fútbol base da Coruña. Posteriormente daría pasos pola Terceira División, onde dirixiu ao Benavente, e pola Rexional Preferente, categoría na que que adestrou durante moitos anos. Catro etapas no fútbol de Estados Unidos e máis de dez anos dirixindo en Canarias (o seu actual lugar de residencia) a equipos femininos entre Primeira e Segunda División nacional completan a traxectoria profesional de Juan Ramón Salvadores Canedo.


CRÓNICAS DE ARTEIXO: Juan Ramón, gustaríanos dividir a entrevista en dúas partes. Unha primeira da túa relación con Arteixo, terra de nacemento de teu pai Juan Antonio, e unha segunda coa túa actividade no mundo do fútbol. Principiamos con esas lembranzas arteixás. Cóntanos algunha anécdota de teus avós paternos Toribio Salvadores e Brígida Vázquez.

JUAN R. SALVADORES: Primero, agradecer que me hayas elegido para contar cosas de mi vida. Es un privilegio poder compartir con vosotros detalles de mi pequeña aventura de ya casi 63 años. Mi abuelo arteixán, Toribio Salvadores, murió muchísimo antes de que yo naciera. Tanto, que mi propio padre sólo convivió con el suyo durante menos de dos años… Así que de él sólo sé lo que se contaba en casa y lo que he ido leyendo con el tiempo, ya que fue un hombre muy emprendedor y hay bastantes cosas escritas sobre él. Tipo extraordinario, comerciante, prestamista, político, aventurero en el México revolucionario de los tiempos de Zapata y Pancho Villa… Y creo que una persona desprendida y de mente muy abierta. Muchas veces oigo que, de haber llegado vivo al año 1936, probablemente habría tenido problemas con las fuerzas derechistas… O quizá no, porque en nuestra casa familiar se celebraban tertulias con gente importante de toda la comarca y hasta de la capital. Allí eran bienvenidas todas las personas dialogantes, del partido que fueran. Más de un cura acudía a la casa de Toribio y Brígida, que se decía, a conversar, vivir… y beber, por si hacía falta aligerar la lengua. Tuvieron que ser unas veladas formidables. Mucho lamento no haberlas conocido. Mi abuela era la segunda esposa de Toribio, que llegó a Coruña -como no pocos maragatos- desde las tierras de Astorga. Las familias “Botas”, “Alonso” y “Salvadores” que encontramos por Galicia son, en su gran mayoría, procedentes de la Maragatería leonesa. Toribio era ya viudo con hijos, y llegó a Coruña con varios hermanos. Curiosamente, parece que su primer asentamiento fue en Monelos o sus cercanías, donde mucho después nací yo. Brígida era una muchacha preciosa, de ojos claros y rubia, que vivía cerca de la iglesia de Santa María de Oza. Mi abuelo y sus hermanos enseguida emparentaron por allí, y se fueron desperdigando por la provincia. Arteixo, O Birloque, A Coruña, Buño, Puentedeume… Brígida era una mujer muy instintiva, dicharachera, espontánea. Muy diferente a mi abuelo, creo imaginar. Me quería mucho, y la recuerdo siempre sentada en la galería, viendo pasar la vida arteixana. Muy bromista. Murió siendo yo muy niño, en 1963, poco después de una famosa nevada. Recuerdo hacer muñecos de nieve en la acera de nuestra casa, en la planta baja, donde estaba la tienda que mi abuela regentó hasta ser mayor. Fue un gran impacto aquel invierno… para un gallego de costa tener delante un muñeco de nieve era cosa de cuento o de película, imagina. Muchos productos supongo que llegaban a través de los contactos de mi abuelo maragato, antiguo arriero.

Imaxe da desaparecida casa da familia Salvadores Vázquez na Baiuca (Julio Mancebo)

CRÓNICAS DE ARTEIXO: ¿Viñas moito por Arteixo na túa infancia e xuventude? ¿Tiñas amigos na vila?

JUAN R. SALVADORES: Bueno, siempre digo que he sido un niño afortunado. Mis primeros años los pasé en Monelos, un magnífico barrio coruñés de la periferia que en 1957 y aún bastante después era el lindero entre campo y ciudad. Los niños de allí pasamos infinitas horas en la calle, en las huertas, en los campos, y hemos forjado una amistad que todos los años renovamos en una entrañable comida. Pero es que yo, además, fui un niño cuyas abuelas y alguna bisabuela todavía vivía “na aldea”, aunque A Baiuca ya no fuera tal propiamente. Muchos fines de semana y muchas semanas de vacaciones las pasé en A Castiñeira (un pequeño caserío de mi familia materna, entre Feáns y Uxes), en Rebordelos (aldea pequeña cerca de Baldaio) y en A Baiuca. Fui doblemente feliz. En Arteixo jugaba mucho con mis numerosos primos -todos vivíamos en Lugo o en Coruña, pero allí nos juntábamos- y con dos chavales de mi edad, Arsenito “de Arsenio” y Susiño ¨de Teresa Pardo¨ -primo del anterior- además de los chicos de Eva, que vivía pegada a casa. Después estaban otros mayores, como Manín, Carlos… los hijos de don Ramón… con ellos jugaba menos, porque ellos ya andaban más pendientes de las chicas y esas cosas, pero en un pueblo siempre acabas relacionándote con mucha gente. Muy bien lo tengo pasado en “mis” aldeas, forjaron gran parte de mi personalidad. El monte da Penouqueira, jugar al fútbol, ir al Rañal, las verbenas enfrente de nuestra casa y de la de don Cándido… tremendo.

CRÓNICAS DE ARTEIXO: Dous curmáns teus, Juan Antonio e Estrellita Salvadores, foron os primeiros deportistas de elite da familia ¿Que recordos tes da súa relación co deporte?

JUAN R. SALVADORES: De Juan Antonio se hablaba mucho, claro, porque jugar en el Deportivo no era fácil. Arsenio, por aquellos años, ya estaba acabando su carrera en el Oviedo (recuerdo ir con Arsenito a cronometrar sus entrenamientos de verano en el campo al lado del Balneario, se cuidaba mucho), y Juan Antonio pasó a ser más tema de conversación. Estrellita, en atletismo, estaba en un deporte menos seguido, pero tenía muchísimo mérito. Chicas como ella, Nanda del Castillo, Nela Souto… jugaban prácticamente a todo. En aquellos tiempos eran muy escasas las mujeres que practicaban deporte. Gimnasia sueca con la famosa Sección Femenina de la Falange, y muy poco más. Éramos un país muy atrasado en deporte, pero ya en el femenino éramos un desastre. Estrelli era, por eso, una pionera, otra “figura” de la familia. Su hermano Tito también jugaba al fútbol, pero no era tan bueno como Juan Antonio.

CRÓNICAS DE ARTEIXO: O feito de que teu curmán Juan Manuel xogara no Deportivo ¿influiu para que ti te iniciaras no mundo do fútbol?

JUAN R. SALVADORES: Bueno, nunca sabemos cómo influye hasta el mínimo detalle en nuestra forja personal, pero superficialmente diría que no. Es que todos los Salvadores, tradicionalmente, han sentido mucha atracción por el fútbol. Mucha. Mis tíos, mis primos… casi todos ellos han sido habituales en las gradas de los estadios gallegos o de donde residieran, y muchos han jugado, mejor o peor. Lo llevamos en la sangre. Luego, por familia materna sólo conozco a dos que hayan jugado, pero con un nivel muy, muy alto: Canedo, primo lejano mío y portero del Deportivo en los sesenta-setenta, y Pedro Mosquera, aún activo y también primo, y también descendiente de Arteixo y Morás… Así que yo creo que el fútbol y yo estábamos destinados a encontrarnos… Genes. Mis hijos y mi sobrino también juegan, no profesionalmente, pero a un buen nivel, mucho mejor que el mío, que no pasé de ser un correcaminos… Mucha fuerza, mucha voluntad, pero escaso tacto.

CRÓNICAS DE ARTEIXO: Fálanos de cando decidiches ser adestrador e que significou para ti ser o técnico máis novo de España que obtivo o carnét. ¿Con que adestradores coincidiches naquel momento?

Imaxe de 1978 de Juan R. Salvadores co Infantil B do Oza Juvenil
JUAN R. SALVADORES: Ya de niño, en Monelos, solía ser jugador-entrenador… echaba muchas broncas. Me vieron los del Oza Juvenil, fiché con trece años y jugué unas temporadas. No era de los peores, pero como ví que no había calidad para el Deportivo o el Atleti (los equipos que más me llamaban la atención), -pero es que no había calidad ni para Regional Preferente siquiera-, enseguida me puse a entrenar alevines e infantiles. Como me gusta saber sobre lo que hago, me inscribí con 19 años en el primer curso, no se me daba mal… y una cosa llevó a otra. Así, con 23 recién cumplidos me vi con el título de Entrenador Nacional, el más joven de España por entonces… y durante algunos años más. Date cuenta que para inscribirte en el primero de los tres cursos “tenías” que tener 21 años, luego era imposible completar Juvenil, Regional, Selectivo y Nacional con menos de 24… Pero es que la Gallega y la Nacional hicieron un poco la vista gorda. Y los profesores me apoyaron mucho, sobre todo en la Escuela Gallega, empezando por su director entonces, Luís Rodríguez Vaz, con el que guardo una excelente relación de cariño y respeto. En los cursos coincidí con muchos grandes jugadores, además de otros magníficos compañeros menos conocidos como futbolistas, que es un poco injusto no mencionar. Pero entiendo que haya más curiosidad por los exprofesionales, con los cuales, por cierto, había rivalidad, dado que los grandes jugadores tenían muchas ventajas incluso de “regalar puntos de la nota”, estaba así establecido. Y el número de diplomados era limitado, no como ahora. Había que pasar un selectivo regional, y, luego, ir a alguna capital grande, todos juntos, y ésa era la única convocatoria que había, y sólo pasaban treinta… Imagina la criba, encima con el hándicap de los puntos “de más” que tenían ellos, mientras los “piernas” como yo íbamos pelados, a pecho descubierto. Por lo que fuera, pese a todo, también en la Nacional varios profesores me cogieron simpatía y acabé sacando el título jovencísimo. ¿Exjugadores de prestigio? Luís Suárez, Ufarte, Llompart, Rafael Franco, Larrauri, Rodri (portero del Atleti), Cervera, Manolete, Pedrito, Prieto, Tartilán, Vilachá…todos ellos fueron mis compañeros y rivales en aquellos cursos. Suspendí en 1979, pero aprobé en 1980, con el número dos de mi promoción. Enseguida entrené en Benavente -donde estaba trabajando con el Banco Pastor-, en Tercera. Empecé ayudando a Endériz y al año siguiente quedé yo. Bien, nunca alardeé de ser tan precoz, no soy de darme mucho autobombo. Luís Rodríguez Vaz siempre me dice que no supe aprovechar mi potencial, que tenía que haber sido más “echado para adelante”… pero ya dije que Luís me tiene un cariño especial.

CRÓNICAS DE ARTEIXO: Adestras en Terceira División e en Preferente e logo dirixes a equipos de Primeira e Segunda División femininos. Aquel foi o momento no que o fútbol das féminas empeza a ter certa consideración. Como viviches aquela etapa?

JUAN R. SALVADORES: En Canarias es verdad que tengo una cierta familla… sobre todo en el ámbito del fútbol femenino, porque con el equipo de la pequeña isla en la que vivo desde 1985 (La Palma) siempre hemos estado en puestos muy altos, tanto en Primera como en Segunda, cuando se reestructuraron las categorías. Mira, uno no queda arriba sin buenas jugadoras en este caso… Yo no lo he hecho mal, seguramente, como tampoco en Preferente con chicos, pero si no hubiera tenido buenas chicas y buenos chavales, el éxito no habría sido tal. Los principios femeninos fueron muy duros, en sitios pequeños casi tenías que fichar a cualquiera que supiera dar una patada y ceñirse unas botas… hubo que trabajar mucho. Pero me gusta entrenar chicas. Siempre digo que, tácticamente, no tienen un ápice que envidiar a los chicos. Y técnicamente, salvando gestos violentos como el cabeceo o el remate de larga distancia a puerta, tampoco. Y se dejan aconsejar con mucha mejor actitud. Me gusta entrenar chicas. Hemos dado un salto adelante brutal. Hace cinco o seis años, todavía ver un partido femenino de Segunda era sólo para amigos y familiares, siendo sincero…

Juan R. Salvadorres en 2014 co C.D.Tarsa, equipo feminino canario de 2ª División

CRÓNICAS DE ARTEIXO: E traballas en Estados Unidos en varias etapas diferentes. Alí o fútbol feminino ten máis peso que o masculino. Fálanos da túa experiencia americana.

JUAN R. SALVADORES: Cuatro etapas. Tres en Louisiana y una en Oklahoma. El último año en EEUU fue infértil en el tema futbolístico. Como docente, bien, pero en fútbol el nivel de Oklahoma es paupérrimo y es una sociedad muy cerrada, conservadora, poco amistosa. Ignoro el motivo, pero todas las puertas las encontré cerradas, pese a que las referencias que traía de Louisiana (las otras temporadas) eran excelentes y reúno las máximas titulaciones europeas y estadounidenses… O quizá, precisamente, por miedo a la competencia es por lo que en Oklahoma todo fueron “largas”. Los estadounidenses son inmensamente celosos en todo lo que les pueda perjudicar profesionalmente. Si hubiera tiempo y lugar, explicaría las zancadillas de todo tipo que vi, tanto como protagonista como de espectador…increíble. Pero, repito, otros años en Louisiana fueron excelentes, sensacionales. Se me acogió con gran hospitalidad y se me respetaba muchísimo. Pude, perfectamente, haberme quedado en EEUU y vivir mejor que bien del fútbol (soccer dicen allí). Pero bueno, en la vida pesan muchas cosas: amigos, familia, intereses…no sólo el trabajo. Y me volví a España. Nunca sabré si hice bien o mal. Hay que tomar decisiones y apechugar con ellas, es todo.

En cuanto al fútbol femenino, siempre explico que el “boom” yankee se debe a tema económico, como casi todo en la vida. Allí la igualdad sexual es sagrada, y los colegios y universidades han de invertir el mismo dinero en deporte femenino y masculino. Sucede que los chicos, con el Rugby (Fútbol Americano más bien) ya acaparan muchas subvenciones, y había que buscar un deporte multitudinario en cuanto a practicantes que nivelara los presupuestos… Las plantillas de Fútbol Americano son de treinta jugadores y no pocos entrenadores… sólo el que ellos llaman Soccer se podía medir, y así dieron paso al Fútbol femenino. Ello, además, trajo como consecuencia que las familias vieran que, si sus hijas adolescentes eran buenas en nuestro deporte, por ahí podrían conseguir becas universitarias. Las universidades -incluso las públicas- son carísimas en EEUU, y una beca por deportista te levanta la paletilla que no veas… y ya todo viene rodado: todos los padres de niñas mínimamente buenas creen que les van a ahorrar millonadas con el soccer, y eso explica el éxito de nuestro fútbol entre las niñas y jóvenes yankees. Pero, como se puede uno imaginar, eso trae tensiones y presiones que hacen que, rascando un poco, veas el barro que hay bajo la capa dorada. Quizá algún día te lo cuente.

Juan R. Salvadores nun adestramento en Burbank Park, Baton Rouge, Estados Unidos
 
CRÓNICAS DE ARTEIXO: Vemos que realizaches varias publicacións sobre aspectos técnicos e tácticos do fútbol e que tes, e tiveches, contacto con varios dos adestradores máis prestixiosos do panaroma actual. ¿ Algún referente?

JUAN R. SALVADORES: Uno aprende de todos. Siempre me ha gustado escribir y aún más leer. Y con eso y la práctica vas acumulando experiencias y fundamentos que pueden ser útiles a los demás, aparte de satisfacer el ego de todos los que damos líneas a publicar… Como he leído mucho, he ido a muchos cursos, he organizado seminarios y campamentos, y he escrito bastante, eso te va acercando a muchísima gente importante. Algunos son conocidos, otros no tanto. Date cuenta de que el que es muy conocido y está muy activo en primera línea raramente se presta a escribir, a enseñar. Muchas veces son colegas de segunda o de tercera o de tercerísima línea los que más te alumbran, aunque no es siempre así. Muchos me han tratado bien, honrándome incluso con su amistad. Franganillo, Gonzalo Arkonada, Manolo Los Arcos, Menotti, Arsenio, Pombo, Fernando Vázquez, Jesús Cuadrado, Juanjo Vila, Mikel Etxarri, Jorge D,Alessandro, Lillo, Oltra, Chema Sanz, Capa… con ellos tengo relación de verdadero aprecio. Con Guardiola y con Aito García Reneses (un gran maestro del Baloncesto y del deporte en general) he hablado más de una vez. El mundo del deporte te da muchísimos contactos. De todos se aprende, y mucho, si tienes las orejas y las neuronas abiertas. No siempre estás de acuerdo con todo, lógicamente, pero todos, sin excepción, enseñan. Pero sí puedo decir que el fútbol de repliegue, seriedad defensiva y contraataque rápido es el que más me llena. Cuando tengo jugadores de mucha presencia ofensiva -alguna vez me ha sucedido- y porteros que saben jugar adelantados no dudo en plantear con más ocupación del campo rival, pero, ¡¡¡ ojo ¡!! para hacer eso tus jugadores han de ser muy buenos. Si no lo son, te quedarás a medio camino, ni atacas ni defiendes bien, y eso es, simplemente, un completo desastre, un equipo sin identidad, que es lo peor que te puede suceder.

CRÓNICAS DE ARTEIXO: Un dos adestradores cos que mantiveches contacto foi co noso prezado Arsenio Iglesias. Algunha anécdota con el?

JUAN R. SALVADORES: Hombre, Arsenio se llevaba muy bien con mis tíos arteixanos (ya no me queda ni uno vivo, tampoco mi padre), y yo trato con él y con su familia desde mis días de niño en A Baiuca, a dos pasos de su casa familiar. Ya he contado que su hijo Arsenito y yo éramos sus “cronometradores oficiales” durante sus vacaciones en Arteixo… es el primer recuerdo que tengo de él, pero seguramente que ya había sido testigo de sus tertulias con mi padre, mis tíos y don Cándido (el canónigo) en los bancos de la acera de mi casa, sitio clásico de reunión. Luego, cada vez que ha jugado en Canarias, he ido a verle. Es que además Juan Ángel Barros es compañero de aventuras en Monelos, y Franganillo fue jugador mío en su juventud de Benavente (Zamora). Luego, ir a pasar horas a la concentración del Deportivo era para mí una cita ineludible cada año. Y cuando estoy en Coruña, por supuesto, paso a visitarle. Arsenio es un amigo de la familia, ni más ni menos.

CRÓNICAS DE ARTEIXO: Xa para rematar ¿como ves o fútbol na actualidade? ¿Deixou de ser un deporte para convertirse nun negocio no que prima máis a economía?

JUAN R. SALVADORES: Mira, para los latinos la palabra “negocio” tiene connotaciones negativas, y no debería ser así. Soy, personalmente, bastante “rojo”, luego mi concepto del Capitalismo no es positivo, pero ya que vivimos en él, tenemos que entender que si no hay “negocio” es que la cosa no funciona… Por tanto, y ya puestos en ese contexto, me parece bien que haya ganancias, que haya negocio. La cuestión es que sean lícitas, que el negocio sea limpio. Y ahí ya… Lo que sí me parece realmente negativo, sin paliativos, es el caer en la farándula, en la falta de naturalidad, en el divismo, en la payasada, en la falta de profesionalidad, en el “comemierdismo”, que diría coloquialmente un cubano. Eso no lo soporto.


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